En la 1ª ronda de la Copa DFB, el Preußen Münster mostró una valiente actuación contra el Bayern de Múnich. Sin embargo, debido a la clase individual del campeón récord, el partido ya estaba decidido en el descanso.

Cuando el FC Bayern München visitó el Preußen Münster por primera y única vez hasta la fecha, el campeón récord acababa de proclamarse campeón por segunda vez consecutiva.

Tres meses después de defender su título por primera vez, el equipo entrenado por Pep Guardiola no dejó piedra sobre piedra: Tras los goles de los flamantes campeones del mundo Mario Götze y Thomas Müller y otros dos tantos de David Alaba y Claudio Pizarro, el Bayern avanzó a la segunda ronda de la Copa DFB con una victoria incontestable por 4:1.

Nueve años y nueve campeonatos más tarde, el FCB volvió a viajar a la ciudad catedralicia el martes por la noche. En comparación con la primera edición de 2014, sin embargo, los paralelismos eran mucho mayores que el hecho de que los campeones alemanes fueran invitados en Münster. De nuevo se enfrentaban un equipo de tercera división y uno de la Bundesliga, de nuevo se trataba de la primera ronda de la competición por eliminatorias, de nuevo los invitados estaban en la Hammer Straße con casi la mejor alineación y de nuevo se agotaron las entradas para el partido en muy poco tiempo.

Hasta qué punto era grande la expectación por el duelo contra el campeón récord lo demostró el público de Münster a más tardar poco antes del saque inicial. Bajo el lema «La fe pertenece a los locos», el bloque de aficionados incendió el partido a gran escala, razón por la cual el árbitro Dr. Matthias Jöllenbeck no dio el pitido inicial hasta las 20.48 horas, tras un retraso de tres minutos.

Choupo-Moting marca pronto – el jugador cedido por el FCB realiza una gran parada

Mientras el público local ardía durante minutos, los visitantes de Múnich empezaron como fuego sobre el terreno de juego. Eric-Maxim Choupo-Moting sólo tardó nueve minutos en batir por primera vez a Johannes Schenk, cedido por el Bayern. Tres minutos más tarde, Frans Krätzig, que había entrado un minuto antes por el lesionado Serge Gnabry, estuvo a punto de añadir el segundo gol con un remate de cabeza.

Pero gracias a una soberbia actuación de Schenk, los muniqueses tuvieron que esperar hasta el minuto 40: Goretzka llevó el balón con suavidad al centro, donde Konrad Laimer sólo tuvo que rematar de cabeza. Pocos minutos después del 0:2 intermedio, se enterró definitivamente la última chispa de esperanza de un milagro copero verdinegro, porque el joven Krätzig añadió el tercer gol del FCB con el pitido del descanso.

Tras la reanudación, el equipo de Hildmann apenas dejó pasar nada en la retaguardia, pero en el minuto 86 los campeones históricos marcaron un cuarto gol en la persona de Mathys Tel frente a Schenk, que debutaba en el once inicial.

Así pues, a última hora quedó claro que el resultado no mejoraría con respecto al duelo de hace nueve años. Pero todo Münster puede vivir sin duda con el marcador de 0:4.