Simon Hohenberg, entrenador del equipo sub-19 del RWE, repasa el partido contra el Schonnebeck y mira hacia las próximas semanas en la Niederrheinliga.

El equipo sub-19 del Rot-Weiss Essen ha conseguido mantener el liderato de la liga sub-19 del Bajo Rin tras imponerse por 4-1 al equipo sub-19 del Spvg Schonnebeck.

El entrenador Simon Hohenberg no dio buena nota a su equipo tras el pitido final. Sin embargo, el técnico de las jóvenes promesas también sacó algo positivo del partido. Su equipo marcó tres de los cuatro goles a balón parado. Dos de ellos tras saques de esquina y uno tras un tiro libre.

«Este es un aspecto en el que hemos trabajado mucho en los últimos meses. Estos han sido los primeros goles a balón parado que hemos marcado en la temporada. Hasta ahora teníamos un balance negativo, así que me alegro de haber marcado tres», resumió Hohenberg al final del partido.

Gracias a esta nueva fuerza adquirida, el resultado al final de los 90 minutos fue tan claro. Un resultado que no estaba nada claro contra el fuerte equipo de Schonnebeck. Porque en el equipo de Essen faltaban algunos jugadores habituales. Ahmed Etri, que el sábado todavía estaba en el banquillo con los profesionales, se puso enfermo al igual que Mehmet Can Demirci. Además, faltó Berkant Gedikli, que regresó de la selección nacional de Turquía justo un día antes del partido.

Pero Hohenberg también vio el lado positivo: «No nos quejamos. Otros chicos han jugado y han demostrado su valía. Jugamos con siete jóvenes en el once inicial, lo cual también es un hito. Estamos muy tranquilos».

Tras el difícil partido contra el Schonnebeck, el RWE se enfrentará el próximo domingo (25 de febrero, 11:00) al cuarto clasificado de la liga, el Unterrath. A mediados de marzo, el partido contra el TSV Meerbusch, segundo clasificado con los mismos puntos que el RWE, podría ser decisivo para el campeonato (domingo, 17 de marzo, 11:00).

Sin embargo, Hohenberg no quiere mirar tan lejos: «Todavía no lo veo como decisivo para la temporada. Unterrath ya fue un hueso duro de roer en el partido de ida y nos costó mucho jugar contra ellos. Es un rival muy desagradable. Luego viene la Copa Niederrhein, luego St. Tönis y luego Meerbusch. Todavía no he llegado a pensar en eso».

El jugador de 37 años prefiere concentrarse en el próximo encuentro y en sí mismo: «Hacemos bien en quedarnos en casa, asimilar el partido y esforzarnos un poco más la semana que viene».