Heiner Backhaus, entrenador del Alemannia Aachen, está impresionado por el ambiente en el Ostseestadion de Rostock tras la victoria por 2-1 a domicilio.
Antes del partido, el Alemannia Aachen y el FC Hansa Rostock estaban empatados a puntos, pero tras el pitido final hay cinco puestos de diferencia entre el recién ascendido de la Regionalliga y el descendido de la 2.ª Bundesliga. Gracias a la victoria por 2-1 en Rostock, algo afortunada, el Aachen da un gran salto en la tabla y se aleja por el momento de los puestos de descenso.
Con la primera victoria en el Ostseestadion de Rostock en la historia del club, los futbolistas de la ciudad imperial llevan ya cuatro partidos invictos. El estadio ha cautivado a Heiner Backhaus, entrenador del Alemannia Aachen: «El ambiente aquí en el estadio es lo máximo. Lo digo como entrenador del Aachen, donde el ambiente ya es de por sí muy bueno. Pero lo que se vive aquí desde tres lados es algo que rara vez he visto».
Considera un privilegio poder entrenar en un estadio así. «Son los partidos que uno espera como recién ascendido, que sirven de motivación y modelo a seguir en los partidos importantes de la liga regional», añade el entrenador del Aachen, que casi pierde la voz en la rueda de prensa debido al ruido del estadio de Rostock.
Al igual que en la última victoria del Alemannia hace un mes contra el Viktoria de Colonia, fue el lateral izquierdo Saša Strujić quien marcó el gol de la victoria del Aachen. Strujić parece haber descubierto su gen goleador: también contra el Rostock, con su doblete, contribuyó de manera decisiva a la victoria del Aachen.
En el minuto 16, recibió un centro con un drop kick y marcó desde corta distancia. «Juegas muy bien durante 15 minutos y, en esa fase, aprovechas la primera ocasión para marcar», elogió Backhaus. Sin embargo, a partir de ahí, el Rostock fue mejorando y el Aachen perdió el control del partido.
«El juego con el balón a partir del minuto 15 fue malo. Hemos jugado mucho mejor», reconoce el jugador de 42 años. Como era de esperar, el equipo hanseático empató por medio de Sigurd Haugen y presionó en la segunda parte para adelantarse, pero poco antes del final, Strujić estuvo en el lugar adecuado tras un saque de esquina, cabeceó el balón al fondo de la red y desató la euforia entre los aficionados que habían viajado con su equipo y sus compañeros. Aceptará de buen grado la tarjeta amarilla por quitarse la camiseta.
Para Rostock, la derrota significa el puesto 17, lo que supondría el descenso directo. El entrenador del Hansa, Bernd Hollerbach, está muy descontento: «El resultado es amargo porque hemos invertido mucho. Pero si no aprovechas tus oportunidades, al final te llevas una».
Sin embargo, no solo critica a los suyos, sino que también elogia al Alemannia: «El Aachen es estable, los procesos funcionan. Ha crecido algo. Podría ser un buen ejemplo para nosotros, para que también crezcamos así juntos».