El MSV Duisburg logró evitar por los pelos una vergüenza en la copa. El líder de la tercera división ganó por 2-1 al Union Nettetal, equipo de la liga regional. El partido siguió siendo tema de conversación al día siguiente.
Dietmar Hirsch, entrenador del MSV Duisburg, no podía ni quería pasar tan fácilmente a la agenda del día.
Tras el 2-1 en la prórroga de la Copa del Bajo Rin contra el SC Union Nettetal, el jueves 11 de septiembre a las 12 del mediodía tuvo lugar la rueda de prensa previa al partido de liga del sábado (13 de septiembre, 14:00 h) contra el SV Wehen Wiesbaden. Solo después de la rueda de prensa, el entrenador Hirsch recibió a sus pupilos en el campo de entrenamiento.
A la pregunta de qué jugadores le habían gustado contra el Nettetal, Hirsch respondió: «Ya se vio que cuando entraron Simon Symalla, Christian Viet y Jesse Tugbenyo, se notó otra energía. Symalla se entrega al máximo, volaba por los aires. Otros jugadores, sin dar nombres, podrían aprender de él. Y me refiero a jugadores veteranos que ya han vivido muchas cosas».
Hirsch continuó: «Cuando se juega tan mal como nosotros, no se puede destacar a ningún jugador». Seguramente, esta declaración al equipo se repitió en la sesión de entrenamiento del jueves.
Quien se entrega al máximo aquí, lo tiene todo de mí; quien no lo hace, tendrá problemas. Aunque haya demostrado su calidad y haya rendido en el pasado. ¡Aquí esperamos que corran, luchen y se dejen la piel!
Dietmar Hirsch
En cuanto a algunas incorporaciones, Hirsch afirma: «Los nuevos jugadores deben comprender primero la mentalidad que impera aquí. Esperamos fútbol del Ruhr. Para ello, hay que aportar algo más que talento. Para algunos recién llegados, esto supone una dificultad. Quien se lo dé todo aquí, lo tendrá todo de mí; quien no lo haga, tendrá problemas. Incluso si en el pasado ha demostrado su calidad y ha cumplido. ¡Aquí esperamos que corran, luchen y se dejen la piel!».
Además de la reprimenda, Hirsch también quiso elogiar un poco. Porque, en su opinión, se habla demasiado rápido de vergüenzas en el fútbol.
El técnico de 53 años explicó: «Se habla rápidamente de una vergüenza, pero a veces se tienen partidos así. Lo importante es seguir adelante, ganar. Cualquier otra cosa habría sido fatal. Si superas una situación así, quizá te hagas aún más fuerte». El sábado, contra el SV Wehen Wiesbaden, se verá si el MSV vuelve a recuperar su mejor forma en la liga.