El SV Burgaltendorf remontó un 0-3 en contra frente al RWE II en la Bezirksliga 6. Un partido loco que, al final, casi no se ve recompensado.
El resultado final fue 3-3 tras el pitido final en la Bezirksliga 6 del Bajo Rin. El domingo al mediodía se produjo un auténtico duelo de titanes. El SV Burgaltendorf, líder de la tabla, recibió al segundo equipo del Rot-Weiss Essen. Cinco puntos separaban al líder de la tabla del RWE, que quería mantenerse en lo más alto tras dos derrotas consecutivas.
No era el caso del SVB, que había ganado los últimos seis partidos de liga y era, por tanto, el equipo más en forma de la liga. A diferencia del segundo equipo del Rot-Weiss, los anfitriones tuvieron que lidiar con la doble carga. «Creo que al principio se notó el partido de copa de entre semana contra el Niederwenigern, que se fue a la prórroga. Por eso fue muy agotador, ya que salimos con el mismo once que entre semana. Por eso es aún más bonito que la moral fuera tan alta», explicó el entrenador del Burgaltendorf, Andreas Krippel, tras el partido. Durante mucho tiempo, el partido pareció igualado, con pocas ocasiones de gol. Eso cambió con el primer gol de Burak Bahadir (26′) para el 1-0 del RWE, que inclinó el partido a favor de los visitantes. «Tras el 1-0, perdimos algunos balones desafortunados en la zaga y no estuvimos nada presentes en los segundos balones, fue para olvidar. Pero he alineado a defensas centrales jóvenes y si cometen un error, no pasa nada», aclaró Krippel. La fase de presión del segundo equipo dio sus frutos poco antes del descanso. Primero marcó Ardin Kordi (44′) el 2-0 y, poco después, Marcel Platzek el 3-0 (46′).
«Hemos jugado una primera parte realmente buena y, en realidad, íbamos camino de la victoria. Con el 1-3, nos tambaleamos un poco, pero aún así parecíamos tener todo bajo control. Encajamos bastante bien el primer gol, pero luego apenas encontramos soluciones en ataque. Eso nos habría ayudado a recuperar la ventaja de tres goles», describió el entrenador del RWE II, Stefan Lorenz, la fase decisiva del partido. El suplente Jonas Rölver marcó el 1-3 (74′) y, de repente, los locales recuperaron la voluntad de ganar, dejando al RWE irreconocible. «Que en los últimos cinco minutos más el tiempo añadido vuelva a haber mucha emoción es, por desgracia, normal en el fútbol. Pero entonces tenemos que defender con todo lo que tenemos. Que no estemos atentos tras un córner al poste es brutal», se mostró visiblemente abatido Lorenz. Porque la remontada del rival se consumó: Laurin Kamperhoff marcó el primer gol (89′), y luego Leon Metke empató (95′).
Poco antes del pitido final, el RWE incluso pudo haber marcado el gol de la victoria, pero el balón se estrelló en el poste, y el partido terminó en empate y con un golpe de suerte para el SV Burgaltendorf.
