Tras el 3-0 en Sonsbeck, el MSV Duisburg sueña con la final en casa. Dietmar Hirsch envió el domingo un pequeño saludo a la competencia de la cuenca del Ruhr.

El MSV Duisburg ha cumplido con creces su objetivo en la Copa del Bajo Rin y, tras la victoria por 3-0 ante el SV Sonsbeck, equipo de la Oberliga, pasa el invierno en la competición. Tras el pase a semifinales, el entrenador Dietmar Hirsch expresó abiertamente lo que desean los aficionados: «Queremos llegar a la final y ganar la copa».

Mientras que en lo deportivo todo salió según lo previsto, también hubo novedades en cuanto a la situación del personal: el capitán Alexander Hahn vuelve a entrenar con normalidad y, en teoría, incluso habría estado listo para jugar. Así lo comunicaron los Zebras en el Willy-Lemkens-Sportpark. Tras dislocarse el hombro en Mannheim, que le fue recolocado en el campo, el veterano aguantó valientemente, pero fue reservado para el partido de copa y no formó parte de la convocatoria.

El defensa central fue sustituido por Ben Schlicke, que en la fase inicial cometió algún que otro error junto a Tobias Fleckstein y pudo darse por satisfecho de no haber sido expulsado tras una entrada a Klaus Keisers.

Segundo gol de Krüger en partido oficial: mirada al posible rival en semifinales

En ataque, Hirsch apostó por Florian Krüger como único delantero, que convenció con su segundo gol en partido oficial con el MSV. Hirsch no solo se mostró satisfecho con el rendimiento de sus delanteros: «Lo decisivo es la actitud correcta. Y en ese sentido, desde que estoy aquí, nunca he tenido nada que reprochar al equipo».

Precisamente en la copa se han tenido problemas una y otra vez en los últimos años. «Contra Ratingen y Nettetal estuvo reñido. Esta vez fue mucho mejor. En un campo pequeño es diferente a la 3.ª división, pero puedo confiar al cien por cien en la profesionalidad de los chicos».

A la pregunta sobre un posible rival deseado, Hirsch respondió con claridad. Ya sea el 1. FC Bocholt o el Rot-Weiß Oberhausen, el técnico de 53 años no tiene ninguna preferencia: lo que está claro es que en marzo le espera un complicado partido fuera de casa contra un equipo de la liga regional al club de mayor categoría y máximo favorito al título.

En caso de pasar de ronda, todo estaría listo para una nueva final en el estadio local Schauinsland-Reisen-Arena. «La probabilidad sería alta. No creo que nos dejen jugar en el estadio de Essen u Oberhausen», dijo Hirsch. El hecho es que la Copa DFB sería enormemente atractiva para el MSV, tanto desde el punto de vista deportivo como económico.