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MSV Duisburg perdió su último partido de tercera división en el campo del Dynamo Dresden por 0:4 (0:3). Las Cebras no tuvieron ninguna oportunidad en su última aparición.
Un estadio Rudolf Harbig con las entradas agotadas, el mejor clima futbolístico y dos clubes tradicionales. Los augurios para el último partido de tercera división de la presente temporada entre el Dinamo de Dresde y el MSV Duisburgo eran realmente buenos. Pero en términos deportivos, no quedaba mucho por jugar.
Las cebras habían descendido hace quince días, mientras que el Dinamo aún podía defender su cuarta plaza, que le da derecho a participar directamente en la Copa de la DFB, tras quedarse fuera de la promoción. El Dinamo ganó con seguridad por 4:0 (3:0) y logró así su objetivo mínimo, mientras que el Duisburgo se despidió débilmente del fútbol profesional.
El entrenador interino del Duisburgo, Uwe Schubert, dio entrada a Alexander Esswein y Santiago Castañeda en lugar de Thomas Pledl (rotura del ligamento cruzado) y Marvin Knoll (suspensión por acumulación de tarjetas amarillas). Los anfitriones impusieron su sello en los primeros compases del encuentro y pronto se convirtieron en el equipo más peligroso. Paul Will marcó desde cinco metros tras un barullo para adelantar a los suyos (14′), Jakob Lemmer hizo el primero tras un pase milimétrico perfecto (15′) y falló ante el poste poco después (22′).
El equipo de Heiko Scholz siguió jugando como desatado y Meiderich siguió siendo un rival agradecido. Stefan Kutschke, cuya ampliación de contrato exigía la afición local en las gradas, aumentó la ventaja a 3:0 poco antes del descanso con un disparo desviado (38′). El nuevo número uno, Max Braune, no pudo continuar tras un choque con el autor del 3-0. Entró Vincent Müller. Kutschke también tuvo que salir. No ocurrió nada más en la primera parte.
E incluso tras la reanudación, sólo jugaron los anfitriones. El séptimo gol de la temporada de Lemmer fue fácil. Marcó desde seis metros y puso el 4-0 a los 51 minutos. A partir de ahí, el partido se fue apagando. El MSV puede concentrarse por fin en la Regionalliga West