El miércoles fue enterrado en Gelsenkirchen «Erich», hincha de culto de
Schalkes. Así fue el funeral.
350 aficionados del Schalke se despidieron el miércoles de Erich Wehner en Gelsenkirchen. El hincha de culto fue enterrado en el campo de la afición del Schalke tras un servicio fúnebre en la sala de duelo del cementerio de Beckhausen-Sutum.
Fue una despedida tal y como Erich hubiera deseado. El «viejo» Schalke, del que tan poco ha quedado entretanto, volvió a hacerse tangible. Estaba el hincha de Kutten junto a la escena de Gelsen y el Supporters Club junto a Olaf Thon o Mike Büskens.
Todos estaban unidos por el deseo de despedir a un hombre que había acompañado los partidos del FC Schalke 04 durante más de 30 años. La mayoría con poco o nada de dinero, pero siempre estaba allí donde jugaban los Knappen. Alguien siempre tenía una marca o más tarde un euro para él. Erich vivió hasta los 68 años.
A ojos de los forasteros, quizá encarnaba al antisocial Schalker al que hoy (sólo) canta la Nordkurve. Pero vivió su vida como quiso. Y eso produjo varias historias. Muchos de ellos se repitieron el miércoles en la copa conjunta. Había cerveza y aguardiente, a Erich le habría gustado. E incluso el clérigo bebió una cerveza con ellos en el nombre del Señor.
En 48 horas se recaudaron más de 15.000 euros a través de donaciones tras un llamamiento de Olivier Kruschinski. «Participaron muchos seguidores del S04, por supuesto, pero también una peña del BVB y seguidores de otros clubes», declaró Kruschinski el miércoles. Se juntaron más cosas que el coste del funeral.
¿Participó también oficialmente el Schalke en el funeral? «El Schalke está aquí», respondió Kruschinski. Y sin duda tenía razón. Muchos aficionados tenían lágrimas en los ojos. Sabiendo que otro pedazo de ella se había ido. Y algunos incluso arrojaron monedas de un euro a la tumba. Para que «Erich» siempre tenga un nido de huevos en el bolsillo, incluso donde está ahora…