En la Niederrheinpokal contra el Arminia Klosterhardt, Dominik Burghard marcó su primer gol con el Rot-Weiß Oberhausen. Así vio el partido el joven de 19 años.
El Rot-Weiß Oberhausen superó el primer obstáculo de la Niederrheinpokal sin problemas, pero con aplomo. Con su éxito en el duelo urbano contra el Arminia Klosterhardt de la Landesliga, el RWO ganó su cuarto partido oficial consecutivo.
Para Dominik Burghard también fue una noche de éxito personal. El defensa, que llegó en verano procedente de su propio equipo sub-19, abrió el marcador en la victoria por 4-0 con su primer gol en competición masculina.
«El juego de los chicos fue bueno, todos lo intentaron todo para marcar un gol», declaró el goleador debutante, expresando su satisfacción. En comparación con el último partido de liga contra el FC Gütersloh, el entrenador Jörn Nowak rotó a los jugadores casi por completo, por lo que Burghard pudo empezar desde el principio.
El jugador de 19 años defendió al RWO durante los 90 minutos y mantuvo la igualdad en el marcador con la unidad defensiva. «En la segunda parte jugamos con más tranquilidad, en la primera tuvimos muchas ocasiones de gol y podríamos haber marcado más goles», sabía también el joven defensa, que marcó el 1:0 de cabeza en el minuto 11. «Sin duda, el resultado fue merecido».
Klosterhardt «muy motivado» – El RWO sigue en Düsseldorf
Sin embargo, el duelo con el equipo de la Landesliga no estaba cantado, y el Arminia fue un rival totalmente desagradable para los Kleeblätter. «Estaban muy motivados, jugaron un buen partido y lo dieron todo», describió Burghard, que se enfrentó al equipo de Klosterhardt no sólo como goleador, sino también en defensa.
Burghard ha jugado 45 minutos en la liga en lo que va de temporada, contra el SC Wiedenbrück debutó en la segunda parte. La próxima cita para el RWO es ya el viernes (1 de septiembre, 19.30 horas) ante los reservas del Fortuna Düsseldorf II. «Probablemente sea un rival de mucha enjundia que cuenta con jugadores rápidos para los pellizcos individuales», Burghard espera un rival desagradable. «Será otro partido difícil que esperamos con impaciencia». Y después de los 90 minutos, quizás también sobre la próxima victoria.