Schonnebeck convirtió un 0:2 contra KFC Uerdingen en un 2:2 después de una mejora extrema de rendimiento. El ambiente tras el partido en el Schetters Busch fue correspondientemente bueno.
Ya antes del partido contra el KFC Uerdingen, Dirk Tönnies, entrenador del SpVg Schonnebeck, había hablado de un gran momento para el club cuando el «club con más tradición de la Oberliga» viajara a Schetters Busch.
Y desde el punto de vista deportivo también fue un auténtico acontecimiento, ya que el Schwalben fue capaz de arrancar un punto tras ir perdiendo 0:2 y estuvo más cerca de la victoria que el KFC hacia el final del partido.
Salvo por la fase inicial, el entrenador del SpVg se mostró en consecuencia satisfecho. «Habíamos planeado jugarles con asco y quitarle al KFC las ganas de jugar al fútbol, pero en la primera parte nos faltó de todo y no tuvimos nada que hacer. Podríamos haber estado mucho más atrás», analizó el técnico de 48 años, especialmente molesto por los dos goles encajados. «Los dos goles me molestaron muchísimo. Los dos goleadores se llevaron el balón sin oposición desde el área de cinco metros. Eso no puede ocurrir».
Tras el descanso, al entrenador del Schonnebeck le gustó mucho más la actuación de su equipo. «No permitimos casi nada y marcamos merecidamente el gol del empate. Al final, habría sido posible incluso más, pero aun así debemos disfrutar del día. Desde luego, no todos los días el SpVg Schonnebeck consigue un punto contra un antiguo equipo de la Bundesliga y ganador de la Copa. Eso ya es una gran experiencia para nosotros. «
Todos ellos también son sólo personas. Nadie tiene tres piernas y se nos escapa. Siempre depende del día y de la actitud. Tampoco estuvimos tan mal en la ida, así que tampoco debemos tener miedo de Velbert.
Kevin Kehrmann
Su jugador y autor del gol del empate, Kevin Kehrmann, se mostró de acuerdo. «Cuando empatas contra el renombrado KFC Uerdingen, ya deberías estar satisfecho», afirmó el centrocampista, que pudo mirar con optimismo a la tabla a tenor del rendimiento mostrado, en la que el SpVg ocupa ahora la novena plaza y aventaja en ocho puntos al descenso.
«Si jugamos así, no deberíamos preocuparnos tanto por la permanencia», afirmó el jugador de 32 años. «Por supuesto, siempre hay que vigilar la parte de abajo, pero en realidad la calidad del equipo es demasiado grande para que nos preocupemos todo el tiempo como equipo».
El próximo viernes, sin embargo, las Golondrinas se enfrentan al siguiente reto difícil. Las Golondrinas tendrán que jugar contra el líder, el Velbert. Kehrmann, sin embargo, se mostró confiado con respecto a esta tarea. «Todos son personas. Nadie tiene tres piernas y se nos escapa. Siempre depende del día y de la actitud. Tampoco estuvimos tan mal en el partido de ida, así que tampoco debemos temer al Velbert. «