Pasó seis años en el MSV Duisburg y, con solo 16 años, pudo entrenar regularmente con los profesionales de la segunda división de entonces. Se trata de Marius Delker.

Un portero de 1,89 metros de altura y con unos reflejos impresionantes: Marius Delker tenía todo lo necesario para hacerse un hueco en el fútbol profesional. De 2007 a 2013, este jugador nacido en Essen jugó en las categorías inferiores del MSV Duisburg. Sin embargo, al final no consiguió un contrato profesional.

Marius Delker, que ahora tiene 30 años y juega en el Sportfreunde Hamborn 07, de la Oberliga, en lugar de futbolista profesional, se convirtió en responsable de recursos humanos en el grupo Bertelsmann.

«Me encargo de la atención integral de los empleados del grupo Bertelsmann. Soy la persona de contacto para los empleados desde su incorporación hasta su salida. También se incluyen muchas tareas estratégicas en mi ámbito de responsabilidad. Me siento realizado en mi trabajo y disfruto cada día. Incluso cuando hay conversaciones desagradables, como las relacionadas con el despido. Pero, por desgracia, en todos los ámbitos y en todas las empresas hay personas que acaban siendo los chivos expiatorios. Eso también forma parte del trabajo y de la vida», explica Delker.

Delker estudió Ciencias Económicas durante cinco años y medio en la Universidad del Ruhr, en Bochum. Primero obtuvo la licenciatura y luego el máster.

Fue una época estupenda trabajar con chicos como Tom Starke, que más tarde fichó por el Bayern y probablemente se ha convertido en uno de los porteros suplentes más exitosos del mundo. Por desgracia, al final solo llegó a jugar en el equipo regional sub-23 del MSV.

Marius Delker

Gracias a que se ha consolidado muy bien en su vida profesional, no es uno de esos futbolistas con talento que se lamentan de no haber llegado a ser profesionales. Aunque Delker tenía sin duda el potencial para llegar a lo más alto.

«Ya entonces, con 15 y 16 años, pude entrenar con los profesionales. Milan Sasic era el entrenador del MSV en aquella época. El entonces entrenador de porteros, Manfred Gloger, tenía muy buena opinión de mí y siempre me invitaba a subir a entrenar con los mayores. Fue una época fantástica, trabajando con chicos como Tom Starke, que más tarde fichó por el Bayern y probablemente se ha convertido en uno de los porteros suplentes más exitosos del mundo. Por desgracia, al final solo llegué a jugar en el equipo regional sub-23 del MSV. También pude disputar un partido de prueba con los profesionales», recuerda Delker.

En el verano de 2013, tras seis años en el MSV, fichó por el FC Kray. «Ya antes tenía claro que no iba a llegar a lo más alto. En aquella época tenía un agente muy conocido, Michael Ruhnau, que todavía hoy es el representante de Kevin Kampl, del Leipzig. También podría haber fichado por el equipo sub-23 del Spielvereinigung Greuther Fürth, procedente del Duisburgo. Pero nunca tuve la ambición de recorrer Alemania y ganar unos cuantos miles de euros para luego, a los 35 años, encontrarme sin una profesión. Me educaron de otra manera. Mi lema era: o consigo ser un profesional de verdad o me concentro en los estudios y en mi carrera profesional. Después de Duisburgo, me decidí por la segunda opción y no me arrepiento de nada. Estoy totalmente en paz con mi carrera deportiva», cuenta el portero, que ha jugado casi 200 partidos en la Oberliga.