El Rot-Weiß Oberhausen ganó por 2-0 (1-0) contra el 1. FC Düren. El entrenador del RWO, Sebastian Gunkel, se alegró por el regreso de un jugador.

El Rot-Weiß Oberhausen ganó el último partido en casa del año por 2-0 (1-0) contra el 1. FC Düren. Con esta victoria, el equipo del entrenador Sebastian Gunkel se aseguró el tercer puesto en la tabla.

El primer gol del partido lo marcó Tarsis Bonga en el minuto 32 con un cabezazo tras un centro de Denis Donkor. El segundo gol lo marcó Moritz Stoppelkamp en el minuto 90 desde el punto de penalti, después de que el veterano provocara él mismo la pena máxima. «Es muy gratificante que «Stoppel» haya vuelto. Ha sentenciado el partido con una jugada muy importante», declaró Gunkel tras el partido.

Pero el entrenador no solo se mostró satisfecho con el rendimiento de su jugador recién incorporado. A Gunkel también le gustó el rendimiento del resto de jugadores del Oberhausen. «Estoy muy satisfecho con la primera parte, lo hemos hecho muy bien. Aunque no siempre fue fácil en este campo, jugamos el balón de hombre a hombre y lo movimos muy bien», resumió Gunkel.

Por su parte, el Düren no creó peligro en la primera parte. Tras el descanso, los visitantes tuvieron varias fases mejores, pero en definitiva fue insuficiente para poner en peligro al RWO. «Estamos muy contentos con esta victoria, porque ha sido muy trabajada», declaró el entrenador del RWO.

El entrenador del Düren, Kristopher Fetz, se mostró descontento con el resultado, pero al mismo tiempo elogió la actuación de su equipo. Tras tres partidos sin ganar, Fetz quiere aprovechar el rendimiento contra el Oberhausen en las próximas semanas y, si es posible, ganar el siguiente partido contra el Eintracht Hohkeppel.

Por desgracia, nos ha faltado ese último porcentaje para empujar el balón al fondo de la red.

Kristopher Fetz

«Teníamos muchas ganas de jugar este partido, con este fantástico público y en este bonito estadio, sin duda ha sido uno de los partidos más destacados de la temporada para nosotros», reveló Fetz. «Queríamos entrar con valentía en el partido, aunque en la primera parte fuimos más débiles que el rival. No lo hicimos mal ni insuficiente, simplemente nos faltó ese último uno o dos por ciento en los duelos directos y en la convicción».

Fetz continuó: «En la segunda parte mostramos otra cara. Fuimos más valientes y rápidos en el juego. También estuvimos mejor en defensa. Conseguimos darle la vuelta al partido y trasladarlo al campo del Oberhausen. Por desgracia, nos faltó ese último porcentaje para empujar el balón al fondo de la red».