En realidad, el equipo Schalke quería ganar confianza en sí mismo en la prueba contra el equipo de tercera división SC Verl. Pero salió mal.
Habían transcurrido 39 minutos en la prueba secreta entre el Schalke 04 y el SC Verl en el campo de entrenamiento del S04 cuando Simon Terodde estalló.
Como no se pitó una falta leve sobre el delantero, Terodde corrió hacia el árbitro y montó en cólera. El jugador de 34 años gritó al árbitro y descargó su frustración. Con razón, le mostró la tarjeta amarilla. Fue un triste colofón en el flojo partido de prueba del equipo del Schalke contra el equipo de tercera división de Verl, que acabó en decepción. El equipo de la Bundesliga se deshizo con una derrota por 1:2 (0:1) ante el colista.
El equipo de Thomas Reis no mostró mucho de la tendencia al alza de las últimas semanas. Las numerosas quejas de los jugadores del Schalke fueron especialmente notables: Dominick Drelxer, por ejemplo, recibió una tarjeta amarilla tras quejarse varias veces al árbitro.
Una posible explicación del flojo rendimiento son los cambios de personal. Reis dio a los jugadores la oportunidad de demostrar su valía ante un Verl que apenas había jugado en la Bundesliga recientemente. Ningún jugador del once inicial en el 0:0 contra el VfL Wolfsburg estaba siquiera en la plantilla del Schalke. Pero los nadies no jugaron para el Königsblauen, porque además de Terodde, Drexler y Ouwejan, Eder Balanta y Mehmet Aydin también fueron titulares para el S04. Todos ellos son jugadores que tienen derecho a ser titulares. Sin embargo, no lograron imponerse, sino todo lo contrario.
El equipo de la Bundesliga no dominó el partido. A pesar de tener más posesión, el Schalke apenas pudo crear ocasiones útiles en la primera parte. Un libre directo de Thomas Ouwejan (18′) y un remate de Kenan Karaman (45′) fueron las mejores ocasiones antes del descanso, pero en ambos casos el balón se marchó por encima de la portería.
Los invitados de Verl lo hicieron mejor, impresionando visiblemente a los profesionales de la Bundesliga con su agresividad. La ventaja de 1:0 de los forasteros en el minuto 22 no era inmerecida. Tras un duelo de cabeza perdido por Leo Greiml, el balón cayó a los pies de Nicolas Sessa, que marcó desde 20 metros.
El Schalke apenas mejoró tras el cambio de extremos, pero al menos llegó el gol del empate. Tras una buena carrera en solitario, el suplente Sidi Sané recibió una falta en el área del Verl. Ouwejan transformó la pena máxima.
Pero ni siquiera el empate dio seguridad a los Schalkers, y llegó como tenía que llegar: a pocos minutos del final, los Verlers marcaron por mediación de Steijn Meijer el 2-1 (85′), el gol de la victoria. El resultado final fue una auténtica vergüenza para el último clasificado de la Bundesliga, el