Dentro de un año y medio, París acogerá los Juegos Olímpicos de Verano. Para que todo esté listo a tiempo, las instalaciones deportivas se están construyendo en unas 40 obras.
Los controles han demostrado que también se utilizan trabajadores sin papeles válidos. Moussa procede de Malí y es uno de ellos. Dice que ha estado trabajando como un esclavo en las obras de construcción de la Villa Olímpica. En condiciones precarias y sin contrato de trabajo, no se pagaban las horas extraordinarias.
Bonitos estadios, construidos a costa de los pobres
«Detrás de todos estos hermosos estadios hay otra realidad: están construidos sobre las espaldas de los pobres. Hay obras en las que he tenido que trabajar hasta las 8 de la tarde. Si te niegas, te chantajean y te dicen: ‘O te quedas más tiempo o recoges tus cosas'».
Gaye también es de Malí y no tiene papeles. Dice que le emplearon ilegalmente en las obras del centro acuático.
¿Sabía su jefe que trabajaba sin papeles?
«¡Sí, por supuesto!»
También denuncia el mal trato de sus empleadores y las horas no pagadas.
«Por ejemplo, trabajas dos meses y el jefe sólo te paga uno. Pero lo acepto porque él conoce mi situación y yo también».
Investigación por pluriempleo
Desde que se revelaron los casos de trabajadores de la construcción empleados ilegalmente, la Inspección de Trabajo ha mirado con lupa y ha reforzado sus controles.
También se ha iniciado una investigación sobre el trabajo no declarado y el empleo de trabajadores indocumentados de forma organizada.
Solideo, la empresa responsable de las obras de construcción de los Juegos Olímpicos, afirma que se ha reconocido el problema y que se han tomado las medidas necesarias.
Juegos de ejemplo: más fácil decirlo que hacerlo
Antoine du Souich, Director de Estrategia e Innovación de Solideo, explica: «Analizamos las situaciones y, si hay empresas infractoras, se las expulsa inmediatamente del sitio. Pero también cuestionamos nuestra propia forma de trabajar y decidimos reforzar las medidas para evitar el trabajo no declarado.»
La presencia de trabajadores ilegales en la prestigiosa obra de Francia está causando vergüenza. También en vista de los titulares negativos sobre explotación y trabajo ilegal en torno al reciente Mundial de Qatar.
En realidad, los organizadores de París 2024 habían prometido unos Juegos ejemplares, algo más fácil de decir que de hacer.