La primera media hora fue impactante, pero también lo fue el hecho de que los azules reales no tuvieran nada más que añadir en la fase final. Incluso en los ocho minutos de tiempo añadido, el Schalke fue incapaz de amenazar la portería del Elversberg: algunos de los 61.110 espectadores abandonaron el estadio antes de tiempo. El análisis de Geraerts fue claro: «Nos faltó confianza. Desde el primer minuto no creímos que pudiéramos ganar, después del primer gol no creímos que pudiéramos empatar. Ésa fue la mayor diferencia entre los dos equipos».
Con la misma claridad con la que Geraerts habló de los errores, el entrenador del Elversberg, Horst Steffen, valoró con calma el golpe recibido en el estadio. «Fue un gran partido, una gran experiencia para nuestro equipo y el club. Lo que hicieron los chicos fue extraordinario. Hemos sumado 21 puntos, lo que es estupendo para nosotros», declaró Steffen con modestia. El Elversberg aventaja al Schalke en la tabla. ¿Quién lo hubiera dicho hace dos años?