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Rot-Weiss Essen se enfrentará al Dynamo Dresden el sábado. Desgraciadamente, el deporte no es el centro de atención en este momento.
Después de muchos años en la cuarta categoría, el Rot-Weiss Essen vuelve a formar parte del mapa futbolístico nacional. Y tras el ascenso a la 3ª división, el sábado (14:00 horas) le espera un duelo entre dos clubes tradicionales en el estadio de la Hafenstraße. RWE espera al Dynamo Dresden, aquí la expectativa del fútbol debería eclipsar todo lo demás.
Se agotaron las entradas, incluidos 1.500 espectadores de Dresde. Desde el punto de vista deportivo, ambos equipos están en alza, el Dresde está llamando a la puerta de los puestos de ascenso, el RWE ha estabilizado su rendimiento, está por encima de la línea, es fuerte en casa. Pero se están discutiendo otros temas: Sobre las medidas de seguridad necesarias para organizar un partido de este tipo. Y, por supuesto, sobre las 76 prohibiciones domiciliarias dictadas por RWE a finales de la semana pasada.
De alguna manera estos temas se funden entre sí, porque las prohibiciones de seguridad sólo son necesarias porque hay algunos caóticos en ambos lados que se niegan a ser enseñados, que ponen sus argumentos por encima de los intereses de los clubes.
RWE: Contra el Dynamo Dresden, el estadio estará vigilado desde el viernes
Primera consecuencia: Contra Dresde, se duplicará el contingente de seguridad, además de un gran número de policías. Ya el viernes por la tarde, el estadio de Essen estará vigilado para evitar cualquier tipo de caos en los prolegómenos del partido.
76 personas de la afición de Essen ya no estarán allí, pues probablemente ya se les ha prohibido la entrada al estadio. RWE ha filtrado a las personas que eran claramente identificables y que habían atraído repetidamente la atención penal negativa. Se han pasado varias veces de la raya.
Los habitantes de Essen están hartos, como es lógico, y ahora pasan a la acción. La cuestión es cómo reaccionarán los grupos afectados. En el partido de Friburgo (3:0), las pancartas de los hinchas colgaban al revés, el apoyo organizado se ausentó antes del descanso. Si se mantiene así el sábado, podríamos vivir con la reacción.
Está claro que si algunas personas a las que se les ha prohibido la entrada al estadio intentan, no obstante, permanecer en él, tendrán que esperar sanciones más duras por entrar sin autorización.
Y las posibilidades de encontrar a estas personas han aumentado recientemente, no sólo por las nuevas cámaras que se instalaron en el estadio tras el abandono del partido por el lanzamiento de un petardo al Preußen Münster. Además, en los alrededores del estadio habrá muchos agentes con conocimiento del lugar, que conocerán una o dos caras.
Todo ello con un objetivo: la RWE no quiere que estos alborotadores, que dañan enormemente la reputación del club, sigan estando ahí. Se ha dado un primer paso, y es probable que se produzcan más prohibiciones de casas en un futuro próximo. Para que pronto se pueda volver a escribir algo más sobre este deporte…