El VfL Bochum inició su preparación ante 1500 aficionados en su estadio del Ruhr. Con un estado de ánimo positivo, el entrenador Thomas Letsch se lo tomó con calma al principio.
El césped del Ruhrstadion no mostraba huellas de las fiestas de finales de mayo. Hace poco más de cinco semanas, el VfL Bochum pudo celebrar la permanencia en la liga. El miércoles, el entrenador Thomas Letsch convocó el inicio de los entrenamientos.
La euforia en la Castroper Straße es grande. 1.500 aficionados se dieron cita en el estadio y recibieron al equipo con ovaciones en pie en algunos casos. 20 jugadores de campo y tres porteros saltaron al césped.
Faltaron los internacionales Takuma Asano y Matus Bero. Los demás recién llegados también estuvieron presentes. También los cedidos Tim Oermann, Luis Hartwig y Moritz Römling.
Entrenamiento de fuerza para Riemann, Kwarteng y Pannewig
El portero Manuel Riemann, el recién llegado Moritz-Broni Kwarteng y el joven Mats Pannewig aparecieron a última hora. Estaban realizando una sesión de entrenamiento de fuerza. Para entonces, sus compañeros ya habían entrenado durante una hora.
El nuevo entrenador de atletismo, Klaus Luisser, inició el entrenamiento. Después de estirar juntos, se dedicaron a escribir autgramas y hacerse fotos con los numerosos aficionados presentes.
Entonces Frank Heinemann y otra cara nueva, el co-entrenador Markus Feldhoff, tomaron el relevo. Con estilos de pase sencillos, volvieron a acostumbrarse al balón.
Larga cola en el partido final
Tras las formas de juego, el entrenador Letsch hizo sonar el silbato. A continuación se disputó el partido final en el campo grande en diez contra diez. El entrenador no intervino, sino que observó la acción y dio rienda suelta a sus jugadores. Para regocijo de los aficionados, que aplaudieron una y otra vez.
Pero, por supuesto, no era comparable con el ambiente que se vivirá en el primer partido en casa. Una semana después del primer partido en casa del VfB Stuttgart, llega directamente el rival de Revier, el Borussia Dortmund. Pero aún hay más de siete semanas de por medio y una preparación que no ha hecho más que empezar.