Gran decepción en el Arena: el Schalke 04 perdió su partido en casa de la segunda división contra el club de pueblo SV Elversberg por 2:1 (1:2).
Hace casi exactamente un año, el FC Bayern era un invitado en la Arena, con puntos de la Bundesliga en juego, pero ahora el FC Schalke 04 ha tocado fondo.
Los Royal Blues perdieron su 2º partido en casa de la Bundesliga contra el club de pueblo SV Elversberg por 1:2 (1:2). La mini racha de victorias se ha interrumpido bruscamente y el club vuelve a mirar hacia abajo.
El entrenador del Schalke, Karel Geraerts, había optado por la estrategia de «no cambiar nunca un equipo ganador»: el mismo equipo que había ganado 2:1 en Nuremberg hace una semana debía derrotar también al Elversberg.
Sin embargo, el portero Ralf Fährmann se lesionó durante el programa de calentamiento – otra vez. Justin Heekeren hizo su segunda aparición de la temporada a corto plazo.
Fährmann, portero del Schalke, tiene que ausentarse a corto plazo
¿Fue la lesión de Fährmann lo que obligó a los jugadores del Schalke a arrastrarse por el campo con sólo la mitad de sus fuerzas ante 61.110 espectadores en la primera media hora? ¿O fue la sensación de que podían echar fácilmente del estadio al pequeño club de pueblo? Nadie se explicaba lo que estaba haciendo el Schalke, que tan valientemente había luchado en los últimos partidos.
Los visitantes, que hace casi exactamente dos años jugaron contra los sub23 del VfB Stuttgart en la Regionalliga ante 185 espectadores, combinaron sin resistencia a través de la defensa del Schalke. Paul Stock (7′) y Jannik Rochelt (21′) marcaron dos goles para tomar una merecida ventaja de 2:0. Y los visitantes estuvieron más cerca del tercer gol que el Schalke del primero.
Hizo falta una carrera del central Derry John Murkin, que en el minuto 29 irrumpió de atrás hacia delante con el balón en los pies y ganó un córner, para despertar a todo el mundo: a sus compañeros, a los aficionados y al banquillo. Después de eso, el Schalke demostró cómo debería haber jugado desde el principio: Coraje, determinación y contundencia.
El animado Kenan Karaman redujo la desventaja a 1:2 tras un saque de esquina de Thomas Ouwejan (35′) y dispuso de otras dos ocasiones (38’/40′). Henning Matriciani (30′) y Bryan Lasme (41′) también pudieron marcar. Cuando el árbitro Martin Petersen pitó el descanso, los aficionados no sabían si silbar o aplaudir después de una primera parte que se dividió en dos
Lasme y Karaman pierden oportunidades
Tras el paso por vestuarios, el Schalke siguió siendo el equipo dominante, y dispuso de muy buenas ocasiones para empatar: Lasme estrelló el balón en el larguero (58′), Karaman no acertó a marcar de cabeza ante el guardameta Nicolas Kristof, que reaccionó magníficamente (60′). Cada córner, cada centro de Ouwejan era peligroso.
Pero cuanto más se acercaba el final del partido, más difícil le resultaba al Schalke remontar, y los huecos para el contraataque de los visitantes se hacían más grandes.