La emotiva salida de Oliver Kahn ensombrece la conquista del título por el FC Bayern. Uli Hoeneß, presidente de honor del Bayern de Múnich, comenta ahora el trasfondo de la separación.
El presidente honorario del Bayern de Múnich, Uli Hoeneß, ha calificado retrospectivamente de error que Oliver Kahn fuera el jefe de la junta directiva del campeón récord de fútbol. «En retrospectiva, hay que decirlo así», declaró Hoeneß el lunes al «Kicker». Hay que reconocer que Kahn era un hombre muy inteligente y que el intercambio con el ex guardameta nacional había sido divertido. «La gran decepción es que yo pensaba que podría ocupar el cargo sólo con su personalidad, pero en lugar de eso se rodeó de sus asesores», criticó Hoeneß.
Tras ganar su undécimo campeonato consecutivo, Múnich se despidió el sábado del director general, Oliver Kahn, y del director deportivo, Hasan Salihamidzic. Mientras que la salida de Salihamidzic fue de mutuo acuerdo, la separación de Kahn no lo fue. Hoeneß describió la conversación con el directivo de 53 años como «no agradable» y apoyó así la versión de los hechos ya presentada por el Presidente Herbert Hainer.
Durante la conversación, Kahn había atacado verbalmente a su sucesor Jan-Christian Dreesen. Por este motivo, se le aconsejó que no viajara a Colonia para evitar una escalada mayor, dijo Hoeneß y criticó a los asesores de Kahn. Habían creado un «ambiente catastróficamente malo» en el fondo. La imagen del FC Bayern se había resentido, Südkurve y la poderosa asociación ultra Schickeria se habían dirigido al club con la exigencia de que las cosas no podían seguir así.
Sin embargo, a pesar de todo el revuelo, Hoeneß quiere separarse en buenos términos de Kahn. «Tengo un gran respeto por la persona, como jugador ha conseguido mucho. Aunque no haya cumplido las expectativas como Director General, mi puerta siempre está abierta para Oliver». Tras los primeros emotivos tuits, también Kahn había adoptado un tono conciliador y anunciado conversaciones aclaratorias con la dirección del club.