Los responsables del Rot-Weiss Essen han tenido que volver a pronunciarse esta temporada sobre el mal comportamiento de algunos aficionados de Essen. Ahora se va a intentar de nuevo encontrar soluciones al problema.
El Rot-Weiss Essen tiene actualmente problemas continuos con una pequeña parte de su afición. Estos hacen que el RWE aparezca repetidamente de forma negativa en los medios de comunicación de todo el país. En marzo, la árbitra Fabienne Michel fue insultada por los aficionados del RWE durante un partido fuera de casa en Verl. A raíz de ello, el RWE fue sancionado con 20 000 euros. Además, Michel presentó una denuncia civil.
Contra el Schweinfurt se repartieron folletos en la curva oeste. En ellos se hablaba de los «siete principios para el W2». El último punto del folleto volvió a causar malestar: «Ninguna mujer en las primeras filas». El folleto provocó una atención negativa a nivel nacional. Y ahora, contra el Energie Cottbus, no solo hubo una derrota en casa, sino que los seguidores del RWE llamaron la atención negativamente por partida doble. Parte del equipo arbitral fue golpeado en la cabeza por un vaso de plástico lanzado desde la tribuna principal. Hasta ahora no se ha identificado al autor.
Mucho después del partido, algunos aficionados del Essen se reunieron en la tribuna oeste para entonar cánticos discriminatorios dirigidos a la grada visitante. «Hey, vamos, echémoslos a todos», cantaban, entre otras cosas. El contenido, tanto en la letra como en la melodía, hace clara referencia a la «canción de la expulsión» del partido AfD.
Los responsables del Essen se distanciaron rápida y claramente de estos eslóganes y del lanzador de vasos. En el quinto episodio de «Was geht, RWE?», un formato interno de YouTube, Alexander Rang, miembro de la junta directiva del Essen, anunció cómo se pretende abordar este problema.
Sin embargo, primero volvió a dejar claro lo que piensa de estos cánticos subterráneos: «Estas cosas nos han hecho reflexionar y nos han entristecido. No podemos comprender ni tolerar estos cánticos. Volvemos a nuestros estatutos y a nuestra postura fundamental. Después de haber tenido ya una discusión considerable tras lo ocurrido en Schweinfurt, ahora tenemos otra. El club ha vuelto a sufrir un daño evidente».
Por eso, ahora se está intentando reunir a muchas partes en torno a una mesa. Rang explica: «Hemos creado el grupo de trabajo de aficionados. En él participan protagonistas de todos los ámbitos: la policía, el ayuntamiento, el representante de los aficionados en el consejo de supervisión, otro miembro del consejo de supervisión, la FFA (departamento de aficionados y promoción) y la AWO. Es decir, todos los que tienen responsabilidades el día del partido. Esperamos que el grupo de trabajo debata precisamente estos temas y encuentre soluciones».
De este modo, en el futuro se podrá volver a prestar más atención al deporte que a estos conflictos secundarios. Al fin y al cabo, estos siempre suponen un coste para el club, como por ejemplo el lanzamiento de vasos.
El llamamiento de Rang: «Este tema también nos afectará económicamente. Agradecemos cualquier información que ayude a identificar al autor del lanzamiento del vaso. No puede ser que unas pocas personas pongan en peligro el resultado global».