Muchos buenos planteamientos, un problema principal: la ofensiva pende de un hilo

El

Rot-Weiss Essen ha llegado a la realidad. Después de un flojo partido en la 3ª división, el equipo de Essen está donde también se le clasificaría.

Con una victoria en la 3ª división del SSV Ulm 1846, el Rot-Weiss Essen habría saltado al tercer puesto. Tal vez se habría empezado a hablar del ascenso a la 2ª Bundesliga.

Los 90 minutos en el Donaustadion demostraron por qué esto está completamente alejado de la realidad, independientemente del resultado en Ulm. Si todo va bien, el RWE gana partidos en la liga. Si todo no va bien, se parece al Ulm. El hecho es que el RWE puede estar satisfecho con la forma en que ha transcurrido la temporada hasta ahora.

Nueve puntos después de siete partidos es más o menos lo que cabía esperar del equipo. Y más de los que había a estas alturas hace un año. Allí eran seis puntos tras la primera victoria contra el Aue en la séptima jornada.

Tres puntos más y ya algunas luces. En el lado positivo, hasta ahora ha habido varios partidos buenos, los 90 minutos en Ulm fueron bastante malos por primera vez y el RWE abandonó el campo como claro perdedor merecido por primera vez.

También quedó claro que los nuevos fichajes están haciendo avanzar al RWE. En conjunto, la plantilla parece prometer más en términos de calidad que el personal de la temporada pasada.

Defensivamente, el equipo de Essen es bastante difícil de doblegar. Antes de la jornada, el RWE tenía la mejor defensa con el Dynamo Dresden. El 0:1 en Ulm fue el primer gol que encajó Jakob Golz después de 542 minutos. Parece que puede confiar en su trabajo a la contra, aunque en Ulm hubo mucho margen de mejora.

Pasemos al principal problema del Essen: no ha sumado suficientes puntos en sus decentes actuaciones hasta la fecha. Esto se debe principalmente a la ofensiva del equipo de Dabrowski.

Aquí, el Essen no ha podido pasar de los rudimentos. En la delantera no ha pasado absolutamente nada. Moussa Doumbouya y Ron Berlinski, que hasta ahora han compartido la titularidad en el centro del ataque, no han marcado ningún gol después de siete partidos juntos. Leonardo Vonic, que llegó del Núremberg con la recomendación de sumar dos dígitos en la Regionalliga (22 goles), también está esperando su primer tanto.

¿Y la línea que les sigue? Marvin Obuz, Isaiah Young, Torben Müsel, el actualmente lesionado Thomas Eisfeld, todos han tenido su tiempo de juego, pero están lejos de convencer de manera sostenible.