El domingo el estadio Ludwigspark del 1. FC Saarbrücken seguía inundado. Ahora se está trabajando a toda máquina para encontrar una solución que permita disputar el partido contra el FC Bayern.
El partido entre el 1. FC Saarbrücken y el Dynamo Dresden el domingo se pareció a una batalla de agua. Después de 45 minutos, el árbitro Arne Aarnink decidió suspender el partido con 0-0 en el marcador, ya que había demasiada agua de lluvia en el campo.
Pero el miércoles (20:45) el Ludwigsparkstadion acogerá el próximo gran evento para el FCS. En la segunda ronda de la Copa DFB, el campeón récord FC Bayern München será el invitado. El partido ya está agotado desde hace semanas, 16.003 espectadores han conseguido una entrada.
Sin embargo, es dudoso que puedan ver el partido el miércoles. Porque también el martes y el miércoles seguirá lloviendo en el Sarre. Así que el campo no tendrá tiempo de recuperarse.
El objetivo común declarado de todos los implicados es que el partido pueda celebrarse el miércoles.
Ciudad de Saarbrücken
A petición del SID, la ciudad de Saarbrücken comunicó el lunes: «El objetivo común declarado de todos los implicados es que el partido pueda celebrarse el miércoles». Para ello, el campo será inspeccionado y tratado «minuciosamente». Además, en coordinación con la Federación Alemana de Fútbol, se ha adquirido un aireador, una máquina que perfora agujeros en el suelo y los rellena de arena para que se pueda jugar en condiciones de humedad.
Según informa el ayuntamiento, estas medidas ya han mejorado el césped. Sin embargo, de momento no está claro si será suficiente para disputar un partido de fútbol el miércoles por la noche sin un mayor riesgo de lesiones.
La cancelación podría beneficiar al Bayern, al menos a corto plazo, ya que el sábado (18:30) se disputa un importante partido contra el Borussia Dortmund. Sin embargo, trasladar el partido podría ser complicado, ya que el FCB tiene que jugar contra el Galatasaray en la Liga de Campeones justo después del partido contra el BVB. A continuación habrá un parón por los partidos internacionales, antes de que a finales de noviembre comience la siguiente semana inglesa con el partido de la Liga de Campeones contra el Copenhague. Una semana después, los días 5 y 6 de diciembre, se celebrará el partido de octavos de final.