Los aficionados del Hansa Rostock son famosos y temidos. Una vez más, mostraron su lado más negativo en la última jornada. El consejo de administración toma medidas.
El Hansa Rostock ganó el pasado fin de semana por 4-0 contra el Rot-Weiss Essen. Tras el primer partido tras la destitución del entrenador Bernd Hollerbach, el equipo descendido a segunda división por fin tenía un motivo para alegrarse.
Sin embargo, esta alegría se vio empañada de antemano. Los hooligans del Hansa, incorregibles, atacaron un tren especial procedente de Essen en el que viajaban varios cientos de aficionados del RWE. Lanzaron piedras contra el tren y provocaron titulares negativos en toda Alemania, e incluso en toda Europa.
«Por lo que sabemos, no hubo heridos. Eso es lo más importante. Se te hiela la sangre al ver las imágenes. Los ladrillos que lanzaron. Es muy duro de ver», declaró conmocionado Christian Flüthmann, director deportivo del RWE.
Solo dos días después de este shock, ya se han producido las primeras consecuencias. Y no para los autores, sino para el consejo de administración del Hansa. Según ha anunciado este, Rainer Lemmer (nueve años en el consejo), Christian Stapel (nueve años), Henryk Bogdanow (ocho años), Frank Schollenberger (cuatro años) e Immanuel Fuhrmann (tres años) han dimitido con efecto inmediato del consejo de administración del FC Hansa Rostock. Y esto también tiene que ver con los incidentes violentos del fin de semana.
Son ejemplos de ello los acontecimientos recientes, como el ataque a un tren con aficionados visitantes, los desmanes racistas, la discriminación y, por último, la difamación deliberada de un miembro del Consejo de Supervisión en el estadio. ¡Se ha cruzado una línea roja!
Dimisión del Consejo de Supervisión del Hansa
«Somos un consejo de supervisión voluntario y nuestro compromiso con el F.C. Hansa está ligado a valores como la cohesión, la equidad, la tradición, la apertura al mundo y el respeto hacia las personas y los adversarios deportivos. Desde hace algún tiempo, observamos una evolución que nos preocupa, que cuestiona cada vez más nuestros valores y que hace imposible nuestro consenso básico de cooperación en este tipo de estructuras. Algunos ejemplos recientes son el ataque a un tren con aficionados visitantes, los deslices racistas, la discriminación y, por último, la difamación deliberada de un miembro del consejo de supervisión en el estadio», se afirma en una carta de los miembros dimitidos del consejo de supervisión.
Y añaden: «¡Se ha cruzado una línea roja! No queremos permanecer en silencio ante esta evolución y pedimos a todos los socios, aficionados y personas que trabajan para el club que se detengan unos segundos y reflexionen sobre lo sucedido. Agradecemos a nuestros colegas del consejo de supervisión, que apoyan plenamente el contenido de la decisión, y a todos los empleados por su compromiso diario. También a todos los socios y simpatizantes, voluntarios y colaboradores del club. Agradecemos a la junta directiva su trabajo en favor del F.C. Hansa, con la expectativa de que se complete el proceso de cambio estructural que hemos iniciado».