El SV Scherpenberg era uno de los favoritos para ganar el título de la Landesliga Gruppe 2 en la región del Bajo Rin. Actualmente, los de Moers llevan cinco partidos sin ganar.
Juegan bien, pero desperdician demasiadas ocasiones de gol y encajan goles demasiado fáciles: el resultado es de solo once puntos en nueve partidos. Así podría resumirse la temporada del SV Scherpenberg hasta la fecha.
El director deportivo Sven Schützek y el entrenador Christian Mikolajczak tienen que ponerse manos a la obra para poner fin a la racha de cinco partidos sin ganar. Tras el 2-2 contra el Sportfreunde Lowick, el próximo fin de semana, domingo 13 de octubre a las 15:00 horas, se enfrentarán al 1. FC Lintfort en un derbi.
«Por supuesto, en este momento todos estamos descontentos: el entrenador, el equipo, los responsables y los aficionados. Pero también teníamos claro que, después de este gran cambio, podríamos necesitar más tiempo. Este caso se ha dado y seguiremos trabajando con calma. Christian Mikolajczak tiene tiempo para seguir desarrollando al equipo. El rendimiento es bueno, solo faltan los resultados», describe Schützek la situación actual.
Es decir: en el SV Scherpenberg no se discute sobre el entrenador. Pero el exprofesional Mikolajczak también conoce el negocio como la palma de su mano y sabe que tiene que dar resultados.
Tenemos muy buenos futbolistas. Todos ellos son muy buenos chicos. ¡Ojalá tuviéramos un cabrón! Para decirlo claramente. Un auténtico cabrón que le diga a la plantilla lo que tiene que hacer sin necesidad de entrenador. Porque no basta con tener buenos futbolistas para tener éxito.
Christian Mikolajczak
«Jugamos muy bien hasta el área. Pero parece que necesitamos 15 ocasiones de gol para que entre una. Por otro lado, no hacemos todo lo posible para defender nuestra propia portería. El rival lo tiene muy fácil. Ahí es donde suele producirse el primer ataque peligroso», explica el jugador de 43 años.
El exjugador Mikolajczak, conocido por su combatividad, desearía que alguien en el equipo se pusiera en medio, tanto dentro como fuera del campo. «Tenemos muy buenos futbolistas. Todos son buenos chicos. ¡Ojalá tuviéramos un cabrón! Para que quede claro. Un auténtico cabrón que le diga a la plantilla lo que hay que hacer sin necesidad de que esté el entrenador. Porque los buenos futbolistas no son suficientes para tener éxito. También necesitamos personajes que tengan el gen ganador», subraya Mikolajczak.
El entrenador del SV Scherpenberg también ha intentado recientemente un cambio de portero. Martin Hauffe tuvo que dejar su puesto a Julian Geitz. Pero el cero no quiere quedarse en el SVS. Scherpenberg solo se mantuvo imbatido en las victorias por 2-0 en Speldorf y contra el FC Kray.
«Estamos todos descontentos con la clasificación. El equipo tiene mucho más que ofrecer, y está intacto. Seguiremos trabajando duro, intentando corregir nuestros puntos débiles y atacando de nuevo. Un derbi como el de Lintfort llega en el momento adecuado», subraya Mikolajczak.