El sistema sanitario francés fue considerado en su día uno de los mejores de Europa y del mundo. Actualmente, se encuentra en una crisis sin precedentes, lo que es especialmente preocupante al comienzo del verano, cuando el número de pacientes aumenta. Viajé por toda Francia para ver la situación, entender las causas y encontrar posibles soluciones.
«No tenemos las estructuras adecuadas, ni las condiciones apropiadas, ni las herramientas adecuadas, ni el personal suficiente. Se está complicando». Esta es la imagen que Maxime Bartolini pinta de la atención de urgencia. Es un joven enfermero que trabaja en el hospital St Raphaël de Fréjus, en la Costa Azul. Tiene el tono de alguien que ha pasado por mucho.
_»Llevamos trabajando al límite desde diciembre», añade. «Todos los hospitales de los alrededores cierran repetidamente por la noche. Esto es un peligro para los pacientes y una sobrecarga para nosotros. Hacemos más que nuestros deberes, nos ayudamos mutuamente. Hacemos lo que podemos, pero ahora no nos quedan muchas soluciones, así que la situación se está volviendo catastrófica».
Fréjus St Raphaël es el principal hospital de la región del Var, en el sur de Francia. Cuenta con cinco médicos permanentes, lo que es demasiado poco en comparación con otros servicios de urgencias de la región. En Draguignan, a unos 30 kilómetros, la sala de urgencias está cerrada por la noche de forma intermitente desde octubre. Se necesitaría una veintena de médicos permanentes para gestionar el servicio. Hay siete. Los 100.000 habitantes de la región tienen que aceptar 40 minutos más de viaje para llegar al hospital más cercano en Fréjus.
El jefe de urgencias de Fréjus St Raphaël me cuenta que los pacientes a veces tienen que permanecer en el pasillo con otros pacientes hasta 48 horas.
Esta grave escasez de médicos no sólo afecta al sur de Francia en verano, sino a todo el país durante todo el año. La pandemia ha puesto de manifiesto el viejo dilema de los sistemas sanitarios europeos. El agotamiento provocado por Covid ha acelerado el éxodo de los profesionales sanitarios. Simplemente hay más gente que se va que médicos y enfermeras jóvenes que llegan.
Crisis grave
Esta profunda crisis ha dominado el debate político de cara a las elecciones generales francesas de junio. El presidente francés Emmanuel Macron lanzó una misión de un mes de duración para encontrar soluciones a principios de este verano. He conocido al hombre que dirige la «misión relámpago» de Macron en París. François Braun, médico de urgencias y presidente del sindicato Samu-Urgences de France, fue nombrado ministro de Sanidad poco después de filmar este reportaje.
Está convencido de que la crisis de las urgencias es sólo la punta del iceberg. Para que los servicios de urgencias funcionen, es necesario transformar fundamentalmente todo el sistema sanitario. Está dispuesto a hacerlo.
El personal médico que lucha contra la pandemia en primera línea exige ahora algo más que un aplauso. Quieren los medios para hacer su trabajo. Y eso es literalmente una cuestión de vida o muerte.