VfL Bochum ganó 4:3 al Union Berlin. No fue un partido para apostantes, ya que siete goles eran tan improbables como un doblete de Wittek. Pero también metió el dedo en la llaga.
Qué locura de partido en Berlín. El VfL Bochum se impuso por 4:3 al Union Berlin en la lucha por el descenso en la Bundesliga. Nadie pensaba en el descanso que las cosas pudieran apretarse de nuevo, pues el Bochum ya ganaba por 3:0.
Pero el Berlín remontó, aunque fue incapaz de darle la vuelta al partido por completo. Esto se debió, por supuesto, a la primera parte, a la que el jugador del Union Rani Khedira puso un «seis».
Miró al frente: «Sabíamos que el Bochum aflojaría hacia el final del partido. No pudimos aprovecharlo. Ahora iremos a por todas en Colonia y Friburgo. Puede que también en los cuatro últimos partidos nos vayamos al descenso».
Para el Union, los primeros 45 minutos se asemejaron a una película de terror, protagonizada por Maximilian Wittek, autor de dos goles. Su conclusión fue correspondientemente positiva: «Por fin no se nos escapó un partido. La última vez nos pasó lo mismo contra el Colonia, así que es aún más importante que ahora no se nos haya escapado de las manos».
Sin embargo, el autor de dos goles también se mostró crítico, ya que una ventaja de 3-0 al descanso debería haber bastado para permitirle tomar las cosas con más calma. «Hay mucho que trabajar aquí también, porque íbamos ganando 3-0. Eso era bueno para los corazones. Eso no era bueno para los corazones de los aficionados de Bochum. «
Sin embargo, el cambio en el juego del VfL fue bueno, con Wittek jugando en un papel más ofensivo en los dos últimos partidos. En Berlín obtuvo su recompensa. Su conclusión: «Soy un defensa formado, pero en los dos últimos partidos he jugado en punta. Lo mejor es marcar dos goles. Ha sido un gran paso, y ahora nos esperan dos partidos difíciles. Lo daremos todo para seguir en la liga».
El mismo objetivo persigue Benedikt Hollerbach, del Union, que devolvió algo de emoción al partido con el 3-4. Su aleccionadora conclusión: «Hemos jugado demasiado alocado antes del descanso. Fue demasiado agitado, perdimos demasiado el balón. Estábamos muy motivados, quizá ése fue el problema. En un partido así, hay que calmar el balón y dejar correr al Bochum. Porque así es como llegan a los momentos de transición, donde son fuertes. «